Los medios de comunicación han ido evolucionando con la tecnología y han servido para satisfacer las necesidades de comunicación del hombre. Estos recursos audiovisuales que intervienen en la difusión de la comunicación y que llegan de manera directa, forman una matriz de identidad en el espectador, que puede ser vidente y/u oyente.
Desde los inicios del periodismo investigativo se habló de realizar informaciones sobre como no sentir u opinar referente a un tema en específico. A esta regla se le llamo objetividad que no es más que el carácter de lo que es objetivo, es decir, relativo al objeto en sí y no al modo de sentir o de pensar del sujeto. Todo aquello que existe en la realidad, externo al individuo, es objetivo.
En la actualidad se experimenta un tipo de periodismo parcial a la línea editorial del medio, esto quiere decir que la objetividad, sencillamente no es nada, debido a que los profesionales de la comunicación imparten una pauta que a simple vista se puede observar, opiniones y puntos de vista del propio informador, es decir, que rompe con esa regla fundamental del periodismo.
En el caso venezolano, la objetividad nunca existió, esto a causa del sensacionalismo de los medios de comunicación tanto impresos como audiovisuales, estas faltas de ética son el más claro ejemplo de que sinceramente la posición de la línea editorial esta por encima de cualquier cosa e incluso sobre la veracidad de la información.
En cualquier caso se puede decir que en el mundo de la comunicación la objetividad es algo inutilizable, esto se debe a que la noticia es tomada como un apasionamiento y en ella el periodista se deja llevar por sus sentimientos, todo esto contrasta con la norma debido a que el comunicador debe ser imparcial y la redacción tiene que ser totalmente objetiva.
En Venezuela se vivieron situaciones difíciles para los venezolanos durante los días 11 y 12 de abril de 2002, en esos momentos los grandes canales de televisión no dejaron de pasar consignas en contra del gobierno de Chávez, todo esto responde a una objetividad muerta porque el medio dejo de cumplir con su función que es informar de manera neutral.
Estos grandes medios privados nacionales, formaron parte de un sector de la población, denominado por ellos mismos sociedad civil, que salió a las calles a exigir la renuncia del mandatario nacional, pero con un poder crecido por las herramientas tecnológicas que soportan su actuación y por el rol social privilegiado que desempeñan.
La comunicación, hoy día, se considera como un problema económico y político, esto se debe a que los políticos han tomado como base fundamental la prensa para hacer proselitismo de partidos tanto de gobierno como de oposición y el medio se deja utilizar para ganar dinero y ser más competitivo con los otros canales de información.
Los medios informan y dan su interpretación y opinión sobre los hechos, lo que los convierte en una activa fuerza política que influye directamente en la realidad cotidiana. Por eso se vive un escenario totalmente parcial cuando una planta televisiva se opone a una decisión oficial y quiere competir con el mismo gobierno llamando a protesta a la sociedad civil.
El descarrilamiento del periodismo en su calidad y en sus contenidos, empieza cuando se da el divorcio entre la función y la ética, entre el hacer y el ser, entre el manejo del hecho y la conciencia (Flores 2000, p128). Sobre el periodismo hacen presión muchos agentes externos, pero igualmente los propios medios consienten la tergiversación para favorecer determinadas causas, siempre tomando en cuenta el rendimiento económico, político y social.
Ello es así, puesto que la doctrina de la objetividad, aquella que defendía la imparcialidad ha sido superada y es hoy simplemente una ironía hablar de ella como bastión del periodismo. Es claro que el periódico es un actor político que tiene la necesidad de dar señales falsas o auténticas del trato justo y equilibrado de los conflictos sociales y del pluralismo de los comentarios que incluye.
La comunicación sirve para garantizar el ejercicio de la ciudadanía y la participación del individuo en todos los ámbitos de la sociedad, ya no como militante, elector, simpatizante o un número más dentro del colectivo, sino como ciudadano. Consiste en permitir a cada ciudadano hacer experiencia directa y cotidiana en la vida pública, es decir participar
Es por ello que los medios de información deben abandonar su actuación política, social y económica para sumergirse en un plano más imparcial, la objetividad puede pasar a otro plano esto porque no se puede exigir a un periodista que sienta y se vincule con la noticia ya que es él mismo quien vive y actúa en ese entorno comunicacional.
En este sentido, la línea editorial política que poseen los medios no es la correcta, en la actualidad existen canales de televisión que poseen una sola posición con relación a la vivencia política, social o económica de la sociedad, no se puede aceptar que canales de información se vinculen con aspectos de crisis que viven en momentos determinados la población.
Los profesionales de la comunicación deberían investigar más a fondo ya que tienen las herramientas para llevar a cabo una redacción informativa integra y sujeta a ningún partidismo político, apasionamiento y sensacionalismo social con respecto a la noticia en cuestión, el flujo de información será mejor cuando se tengan líderes comunicacionales que ellos no sean protagonista de esas noticias.
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